SIDA - VIH

Consejos Terapéuticos   


¿Qué es el SIDA?

El SIDA ó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es causado por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que ataca y debilita el sistema inmunológico de la persona infectada quedando indefensa ante otras enfermedades oportunistas, y se puede tratar con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.
SIDA

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, mejor conocido como SIDA, el nombre formado con sus siglas, es hoy día una de las enfermedades más temidas en todo el mundo. Su causa es el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), llamado así porque ataca y debilita el sistema inmunológico de la persona infectada, que queda indefensa contra numerosos padecimientos infecciosos y degenerativos.

La principal vía de transmisión del sida son las relaciones sexuales. Como el VIH parece concentrarse preferentemente en el semen y las secreciones vaginales, la persona infectada puede contagiarlo a aquella con quien tenga contacto íntimo, sea de distinto sexo o del mismo.

Otra vía de contagio son las transfusiones sanguíneas: si un donante de sangre está infectado con el virus, seguramente contagiará al receptor; pero debido a ese riesgo, desde 1984 los bancos de sangre y los hospitales de todo el mundo analizan la sangre de los donantes y desechan la que esté contaminada.

Los usuarios de drogas inyectables forman también un grupo de alto riesgo, pues muchos de ellos comparten jeringas no esterilizadas.

Por último, una madre puede transmitir el sida a su hijo durante el embarazo, en el parto o al amamantarlo.

Quienes contraen el síndrome se vuelven presas fáciles de las enfermedades infecciosas y de diversos tipos de cáncer. Se calcula que 2 ó 3 de cada 10 personas que contraen el VIH enferman de sida; las demás pueden no desarrollar los síntomas pero siguen siendo portadoras del virus y transmisoras potenciales de la enfermedad.

Las proporciones epidémicas alcanzadas por el sida desde 1981, cuando se detectó el primer caso, en Estados Unidos, han obligado a la gente a extremar las precauciones en cuanto a su actividad sexual, pero también han surgido muchas falacias acerca de la enfermedad que es indispensable desmentir.

 

Falsas creencias:

  • El sida no es un padecimiento exclusivo de homosexuales; tanto hombres como mujeres pueden contraerlo por contacto íntimo con la sangre, el semen o el flujo vaginal de un portador del virus.
  • Tampoco hay pruebas de que se transmita por estornudos, las gotitas de la tos, apretones de manos, besos o picaduras de insectos.
  • Es también infundado el temor de contraer el sida por contacto con objetos tocados por una persona infectada, es decir, el virus no se transmite por tocar teléfonos, picaportes, sábanas ni asientos de inodoro.
  • Por último, el sida no se adquiere por beber del mismo vaso o comer del mismo plato que una persona infectada, ni tampoco en piscinas públicas.

 

Los síntomas más frecuentes de sida son pérdida de peso, fatiga, diarrea, fiebre, tos, dificultad para respirar e inflamación de los ganglios linfáticos de cuello, axilas e ingles.


Algunos enfermos desarrollan un raro cáncer de piel llamado sarcoma de Kaposi, en tanto que otros contraen afecciones menores como candidiasis, fuegos, enfermedades de la piel y trastornos intestinales.
En la actualidad el sida se ha propagado a casi todo el mundo. En algunas regiones de África central y meridional es una enfermedad endémica, y quienes la padecen son heterosexuales en su mayoría.

 

Los médicos insisten sobre todo en la prevención:

  • Evitar la promiscuidad en las relaciones sexuales (las parejas no infectadas que han mantenido relaciones íntimas monógamas al menos durante 5 años no corren riesgo de contraer la enfermedad por contacto sexual);
  • Conviene abstenerse en particular de las relaciones sexuales con personas que pertenezcan a un grupo de alto riesgo.
  • Aunque los preservativos no son garantía de protección, disminuyen mucho el peligro de contagio si se usan correctamente en cada contacto sexual.
  • Por último, es aconsejable no usar objetos ajenos que pudieran estar contaminados con sangre y que traspasen los tejidos, como navajas de afeitar, cepillos de dientes, pendientes, agujas para perforar orejas e instrumentos para hacer tatuajes.


La postura de la Medicina Alternativa ante el SIDA

Como el sida es una enfermedad incurable que puede tener diversas manifestaciones, los practicantes de las terapias naturales no sólo se concentran en atenuar los síntomas físicos de la persona sino también en devolverle la entereza de ánimo, infundirle valor y evitar que sufra.

Entre las terapias heterodoxas que podrían utilizarse para lograr dicho propósito están la acupuntura, el entrenamiento autógeno, la herbología, la homeopatía, la bioautorregulación, la terapia megavitamínica, el masaje, la naturopatía, la reflexoterapia y la curación espiritual.


Consejos de Naturopatía como terapia alternativa para el SIDA

En Estados Unidos e Israel se ha utilizado recientemente un preparado de grasas naturales conocido como LA721 para proteger las membranas mucosas de los enfermos de sida y fortalecer sus defensas contra las infecciones. LA significa “lípidos activos” y la cifra se refiere a la proporción usada de dichas sustancias, que es de 7:2:1. El preparado se consigue en forma de cápsulas y parece surtir buenos resultados.


Consejos de Herbología como terapia natural para el SIDA

Para combatir las infecciones secundarias, en particular la candidiasis, se recomienda tomar dos tabletas de raíz de hidrastis, dos veces al día, o bien de una a tres cápsulas de ajo diariamente. Para aliviar los trastornos intestinales, es conveniente tomar 20 gotas de infusión de hidrastis tres veces al día, después de cada comida. Otro remedio eficaz contra las infecciones bacterianas es tomar 1/4 de cucharadita de bacilos lácticos acidófilos dos veces diarias.

Como protección contra las infecciones virales, algunos herbolarios prescriben 500 mg diarios de raíz pulverizada y deshidratada de equinácea, que tiene propiedades antimicrobianas.

 

Consejos de Remedios de Bach para el SIDA

Enterarse de que se es portador del virus del sida suele ocasionar un fuerte choque emocional, así que los remedios de Bach pueden ayudar a sobrellevar la crisis. Se prescribe mímulo para mitigar el temor a la enfermedad; álamo temblón para reducir la aprensión y el miedo a la muerte; acebo y sauce para suprimir la ira, el resentimiento y el impulso de vengarse; aulaga para alelar el sentimiento de desesperanza; castaño dulce para vencer la desesperación; nogal para atenuar los efectos negativos del cambio de régimen de vida; pino para combatir el sentimiento de culpabilidad y la vergüenza; rosa silvestre para no dejarse dominar por la apatía y la pesadumbre, y madreselva para no sentir remordimientos.


Consejo Clínico Ortodoxo para el tratamiento del SIDA

El único medicamento que ha tenido relativa eficacia para retrasar la aparición de los síntomas del sida ha sido el retrovir, pero éste inhibe la función de la médula ósea y por eso los pacientes tratados con él necesitan transfusiones de sangre en forma continua.

Algunos médicos aconsejan a los portadores del virus del sida hacer un ejercicio moderado, adoptar una dieta de alimentos nutritivos que incluya mucha fibra, verduras y frutas frescas y, en caso de contraer candidiasis, suprimir el consumo de almidones, levaduras y azúcar.

Además, para reforzar el sistema inmunológico de la persona, es posible que le prescriban dosis controladas de complementos alimenticios, en particular de vitaminas A (hasta 12.500 UI, tres veces al día), B, C (hasta 6 g al día, a condición de que no se presenten efectos secundarios adversos) y E (100 UI diariamente), así como de selenio (de 100 a 300 microgramos al día) y cinc (de 15 a 300 mg diarios).